Nuevos nombramientos del Clero en la Diócesis

  • Para el cuidado pastoral del pueblo en la Diócesis de Santa María de Los Ángeles, Monseñor Felipe Bacarreza, determinó nuevos nombramientos en algunas parroquias del territorio. 

Con el fin de cumplir mejor la misión que Dios encomienda a todo el presbiterio, durante este mes, Monseñor Felipe Bacarreza, determinó nuevos nombramientos que contemplan cambios en diversas parroquias de nuestra Diócesis.

«El Señor nos ha confiado el cuidado pastoral de esta porción de su Pueblo que es nuestra Diócesis de Santa María de Los Ángeles. Ella es esa viña que El adquirió con su sangre y que, después de cultivarla con tanto amor y solicitud, la confió a nosotros para que la cuidemos y la hagamos producir los frutos que espera», expresó.

En su misiva, recalcó que «La atención pastoral de toda la Diócesis es una misión que Dios encomienda a todo el presbiterio. Para mejor cumplir esta misión en las circunstancias por las que atraviesa nuestra Diócesis en este momento, hemos distribuido las tareas de la siguiente manera», indicó.

De esta forma, los siguientes presbíteros deberán asumir sus nuevas funciones:

Pbro. Tomás Carrasco Cortés: Párroco de Sagrada Familia

Pbro. Gustavo Avello Cerda: Párroco de San Diego de Alcalá, Tucapel.

Pbro. Manuel Jesús Leal Poblete, Párroco de San Esteban Mulchén.

Pbro. Rogelio Azócar Ulloa: Párroco de Nuestra Sra. de las Mercedes, Quilleco.

Pbro. Rodrigo García Salas: Párroco de San Rosendo (a solicitar al Arzobispo de Concepción).

Pbro. Javier Oses Flores: Vicario Parroquial de Jesús de Nazaret.

Pbro. Carlos Rabié Vásquez: Vicario Parroquial de Nacimiento del Divino Salvador.

Monseñor Felipe Bacarreza, agradeció «la admirable disponibilidad y entrega que han manifestado todos estos hermanos para asumir las nuevas misiones que el Señor les encomienda», las que deberán  cumplirse lo antes posible, después de recibir los correspondientes decretos.

Finalmente, dispuso a todos bajo la protección de nuestra patrona, Santa María de Los Ángeles,  enviando sus bendiciones «con vivo afecto en el Señor».

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