Presididos del Obispo de Los Ángeles y animados por el clero miles de laicos festejaron la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo.
Durante la semana pasada en la Diócesis de Santa María de Los Ángeles se vivió con mucho entusiasmo las fiestas centrales de la fe cristiana. Desde domingo de Ramos hasta la Vigilia Pascual, donde en cada unos de los templos de la iglesia diocesana se fueron realizando una a una de las celebraciones en comunidad.
El Domingo Ramos, como todos los años, en la diócesis muchas personas llenaron los templos para que con la entrada de Jesús a Jerusalén inauguran una nueva Semana Santa.
Las celebraciones continuaron el Miércoles Santo, donde todos los sacerdotes de la diócesis se reunieron junto a Monseñor Felipe Bazarreza en la Misa Crismal. En esta liturgia cada sacerdote con sus padrinos renovaron sus promesas que pronunciaron el día de sus ordenaciones. .
Para el Jueves Santo en cada parroquia se vivió con mucha intensidad la Cena del Señor y cada sacerdote en esa eucaristía se abajó para lavar los pies de los feligreses de las respectivas comunidades, gesto que permitió demostrar el servicio sacerdotal que los consagrados buscan vivir en cada comunidad.
Ya entrado en el Triduo Santo, el viernes, en lo que ya es una gran tradición en el decanato de ciudad se realizó el Vía Crucis por las calles de Los Ángeles. Muchos feligreses de cada una de las parroquias se dieron cita en el frontis del hospital, para reflexionar en las estaciones el camino hacia la cruz hasta llegar a la catedral, lugar donde Mons. Bacarreza predicó a los presentes, centrando su mirada en el misterio de la crucifixión.
En cada parroquia, el Sábado Santo, se vivió la alegría de la resurrección por medio de la hermosa Vigilia Pascual. En toda la diócesis 67 catecúmenos recibieron el bautismo, confirmación y su primera comunión, algunos de ellos en la catedral lo festejaron junto al Obispo de Los Ángeles. Hoy la Iglesia diocesana se regocija y siente orgullosa de estos hermanos que optaron por Cristo y después de un tiempo de preparación recibieron a Cristo en la madre de todas las Vigilias.