Animadas a vivir el Carisma de pobreza francisca, las Hermanas Clarisas de la Ciudad de Los Ángeles celebraron la Fiesta Litúrgica de Santa Clara de Asís.
El pasado 11 de agosto, en el convento de las Hermanas Clarisas se festejó a su santa fundadora, con una eucaristía presidida por Mons. Felipe Bacarreza, Obispo de Santa María de Los Ángeles y la presencia de presbíteros, diáconos y un gran número de fieles.
Monseñor Bacarreza Rodríguez en su homilia destacó la importancia de la vida de pobreza que compartió Santa Clara con San Francisco y como sus hermanas viven hasta hoy siguiendo este ideal.
La vida de las Hermanas Clarisas
La Hermanas Clarisas viven su consagración a Dios en un clima de profunda oración y en su vida de claustro, reconocen que «Nuestra vida de Hermanas Pobres – siguiendo el ejemplo de Sta. Clara- plantita de nuestro padre San Francisco, está orientada prioritariamente a la “oración contemplativa”.
Las Religiosas contemplativas reconocen que “Cristo es nuestra primera y principal ocupación, hablar a Dios de los Hombres e interceder por ellos”. Para una clarisa el encuentro contemplativo con Jesús se prolonga en toda su vida cotidiana que es alimentada por la Palabra de Dios, corazón de cada jornada; en la vida fraterna con las hermanas que el Señor lea ha donado; en la gracia del trabajo, que les acerca a cada persona que vive en la humildad del día a día; en la pobreza; en la sencillez de vida, en el gozo como en el dolor.