Hoy, la ciudad de Los Ángeles cumple 286 años desde su fundación como Villa Nuestra Señora de los Ángeles, un hito que no sólo marca el nacimiento de una comunidad, sino también la profunda huella que la Iglesia Católica ha dejado en su origen y desarrollo.
Fue el 26 de mayo de 1739 cuando se inició la construcción de esta Villa entre los esteros Quilque y Paillihue, en la fértil Isla de La Laja, a orillas de los ríos Bío-Bío y Laja —este último también conocido en aquel tiempo como el río Nivequeten. Pero mucho antes de que se trazaran las primeras calles, la mirada y el corazón pastoral de la Iglesia ya habían sembrado aquí los cimientos de lo que sería una ciudad bajo el amparo de Dios y de la Virgen.
El principal impulsor de esta fundación fue Monseñor Salvador Bermúdez y Becerra, Obispo de la Diócesis de la Santísima Concepción, quien en una visita pastoral entre 1735 y 1736 recorrió estas tierras con un claro propósito evangelizador y civilizador. Con sus propios recursos dio inicio a la construcción de la Parroquia San Miguel Arcángel, el primer edificio de la ciudad, testimonio palpable de la fe que movía esta obra fundacional.
Fue durante el Parlamento de Tapihue, celebrado en Yumbel los días 8, 9 y 10 de diciembre de 1738, que Monseñor Bermúdez y Becerra propuso al gobernador de Chile, Don José Antonio Manso de Velasco, la creación de una villa en este lugar estratégico. La propuesta fue acogida y, por orden del gobernador, Pedro de Córdoba y Figueroa comenzó el trazado de la villa el 26 de mayo de 1739, fecha que hoy celebramos como el nacimiento oficial de nuestra ciudad.
El nombre Nuestra Señora de los Ángeles no fue casualidad. Evoca a la Basílica Patriarcal Franciscana Santa María de los Ángeles en Asís, Italia, donde San Francisco recibió el llamado a «reparar su Iglesia» tras la aparición de la Virgen. Fue allí, en la pequeña capilla de la Porciúncula —la “pequeña porción de tierra”— que nacieron las órdenes franciscanas masculina y femenina, bajo la guía de San Francisco y Santa Clara. Este espíritu franciscano, humilde y misionero, inspira hasta hoy a la ciudad que lleva su nombre.
A lo largo de casi tres siglos, Los Ángeles ha crecido y cambiado, pero sigue conservando en su identidad la huella de su origen católico. San Miguel Arcángel, co-patrono de la ciudad junto a Nuestra Señora de los Ángeles, sigue siendo un símbolo de protección y fortaleza espiritual para sus habitantes.
Hoy damos gracias a Dios por estos 286 años de historia, por la fe sembrada en esta tierra y por cada generación que ha construido Los Ángeles con esperanza, oración y trabajo. Que el legado de Monseñor Bermúdez y Becerra, y de tantos hombres y mujeres de fe, siga iluminando el caminar de esta ciudad bajo la mirada amorosa de Nuestra Madre, la Virgen de los Ángeles.
¡Feliz aniversario, Los Ángeles! Que el Señor y su Santa Madre sigan guiando nuestro camino.
Fuente informativa: Eric Aedo Ortiz