Con humildad y espíritu de servicio, el padre Javier Oses Flores asumió oficialmente el rol de decano del Decanato Ciudad de la Diocesis Santa María de los Ángeles, luego de haber desempeñado la función de manera interina durante los últimos seis meses. El proceso de elección, como establece el derecho canónico, fue realizado por votación entre los párrocos del decanato, en la cual el padre Oses obtuvo la primera mayoría.

“Cuando el padre Alex fue nombrado vicario pastoral, cesó su cargo como decano, y a mí me eligieron de forma interina hasta la elección formal. Con la misericordia de Dios, acepté este servicio y hoy realizamos la profesión de fe y la lectura del decreto de nombramiento”, expresó el sacerdote.

La misión del decano, además de sus funciones canónicas, implica animar el caminar pastoral común de las parroquias. En ese sentido, el padre Javier Oses compartió algunas de sus expectativas para este nuevo periodo, señalando su anhelo de dar mayor visibilidad a la presencia de la Iglesia en la ciudad: “He pensado en promover más las procesiones, como la de la Virgen del Carmen el 8 de diciembre, para que nuestra fe se viva también en el espacio público. Que la gente vea que la Iglesia está viva y presente”.

También destacó la importancia de fortalecer la comunión entre las parroquias: “Cada párroco es el pastor de su comunidad, pero el decano debe coordinar los esfuerzos comunes. No se trata de imponer, sino de propiciar espacios de encuentro. A veces usamos la palabra fiscalizar, que puede sonar fuerte, pero se trata de cuidar ciertos aspectos administrativos y pastorales para que no haya contradicciones entre nuestras acciones”.

Finalmente, el padre Javier Osses invitó a todos los fieles del decanato a caminar en unidad, con esperanza y alegría, especialmente en este tiempo de preparación para el Jubileo. “Que nuestras diferencias no nos dividan, sino que, con caridad y oración, podamos avanzar en la misión que el Señor nos confía”, concluyó.